La llegada a un nuevo mundo.
Este fin de semana tuvimos la oportunidad, de que, se nos abriera una ventanita muy preferencial a un mundo distinto, con personas, metas y realizaciones que creímos perdidas en alguna utopía aprendida hace años.
Llegamos a Atlántida con la idea con la que vamos a todos los eventos, congresos y seminarios a los que asistimos, con la expectativa de conocer nueva gente, de ampliar conocimientos, de adquirir algún concepto, alguna herramienta que aporte la mejora de nuestra tarea.
Puntuales como nos esforzamos por ser, tuvimos la espera acostumbrada en la mayoría de los lugares. Al ir viendo en la llegada de los asistentes una familiaridad en saludos y abrazos, le dije a Humberto tal vez no sea fácil insertarse en un grupo ya afianzado(lejos de saber lo que después viviríamos).
Nuestra primer mini charla fue con un señor que se acercó a felicitar a Humberto(todavía no sabemos precisamente por qué).
Este señor de aspecto agradable y simple que bien podría haber sido un vecino cualquiera, era nada más ni nada menos que una especie de gurú del tema a tratar.
Luego de referirnos muy a grandes líneas de nuestra labor, le entregamos una tarjeta, a lo cual nos contestó que aguardáramos, fue a buscar un libro luego de dedicarlo a Humberto se lo regaló para que tuviéramos la oportunidad de saber de dónde provenía un concepto que él había creado y nosotros estábamos usando sin saber.
Es muy fuerte que vayas a explicar una tarea que llevas a cabo con una acepción “Ludo creativa” y te digan el creador de ésa acepción soy yo.
Tal vez alguien distinto podría haberse ofendido pensando –utilizan una acepción y no se preocupan de saber de quien vino. Este no fue el caso, esta persona de aspecto agradable tiene un mensaje y unas ideas mucho más agradables y amigables. Su nombre: Edmundo Dinello.
Fue él quien abrió el seminario dándonos la introducción perfecta a nosotros que nada sabíamos del tema.
Historia, inicios, puesta a punto con leyes incluidas supimos que este profesor que se encuentra trabajando en el MEC es uno de los pensadores que se ha puesto a trabajar y compartir su experiencia con otros .
Fue el primer descubrimiento de otros muchos que luego nos gratificarían.
Raimundo abrió este seminario con una exposición brillante, que sirvió de mucho a quienes no estaban totalmente interiorizados en esta temática.
Las otras personas que a lo largo de este fin de semana, compartieron saberes y experiencias con los demás participantes, fueron ampliando la visión primaria, para al final de la actividad posibilitar el enriquecimiento de todas y todos.
Este ámbito intergeneracional fue fructífero para que la sabia nueva proveniente de las personas más jóvenes, se entremezclara con la rica sabiduría de aquellas personas que peinaban canas.
Con pasión se defendían propuestas e ideas a medida de que iba transcurriendo cada día, en medio de un espíritu fermental, propiciado por referentes nacionales y extranjeros.
La diversión y el disfrute no estuvieron ausentes a lo largo de toda la actividad, permitiendo que además de aprender nuevos conocimientos, antiguos chistes malos aparecieran en escena, provocando la hilaridad de propios y extraños.
En la noche del sábado se organizó una gran guitarreada y el canto desafinado se hizo sentir con gran energía, mientras se disfrutaba de una rica parrilla.
El complejo vacacional de Agadu fue testigo de un muy bello fin de semana, y sus respectivas cabañas fueron habitadas por muy simpáticos personajes.
Junto a ana María Arrieta, nosotros nos alojamos en aquella bautizada: Carlos Molina, con la que se tributaba homenaje al gran payador oriental.
El entorno fue propicio para mejorar la calidad de las competencias personales, y al mismo tiempo posibilitar aquellas vinculadas a la placentera recreación.
El clima se adhirió a la fiesta, permitiendo que un agradable veranillo nos alejara momentáneamente de temperaturas invernales, poco propias de esta estación.
El domingo por la tarde se llevaron adelante las conclusiones de este IV Seminario de Animación Socio Cultural al aire libre, disponiendo cada uno de la oportunidad de exponer sus ideas y de compartir interesantes vivencias con el resto del grupo.
Para el final quedó resonando en el aire la promesa de cada uno, sobre un nuevo y provechoso encuentro el año próximo.
Llegamos a Atlántida con la idea con la que vamos a todos los eventos, congresos y seminarios a los que asistimos, con la expectativa de conocer nueva gente, de ampliar conocimientos, de adquirir algún concepto, alguna herramienta que aporte la mejora de nuestra tarea.
Puntuales como nos esforzamos por ser, tuvimos la espera acostumbrada en la mayoría de los lugares. Al ir viendo en la llegada de los asistentes una familiaridad en saludos y abrazos, le dije a Humberto tal vez no sea fácil insertarse en un grupo ya afianzado(lejos de saber lo que después viviríamos).
Nuestra primer mini charla fue con un señor que se acercó a felicitar a Humberto(todavía no sabemos precisamente por qué).
Este señor de aspecto agradable y simple que bien podría haber sido un vecino cualquiera, era nada más ni nada menos que una especie de gurú del tema a tratar.
Luego de referirnos muy a grandes líneas de nuestra labor, le entregamos una tarjeta, a lo cual nos contestó que aguardáramos, fue a buscar un libro luego de dedicarlo a Humberto se lo regaló para que tuviéramos la oportunidad de saber de dónde provenía un concepto que él había creado y nosotros estábamos usando sin saber.
Es muy fuerte que vayas a explicar una tarea que llevas a cabo con una acepción “Ludo creativa” y te digan el creador de ésa acepción soy yo.
Tal vez alguien distinto podría haberse ofendido pensando –utilizan una acepción y no se preocupan de saber de quien vino. Este no fue el caso, esta persona de aspecto agradable tiene un mensaje y unas ideas mucho más agradables y amigables. Su nombre: Edmundo Dinello.
Fue él quien abrió el seminario dándonos la introducción perfecta a nosotros que nada sabíamos del tema.
Historia, inicios, puesta a punto con leyes incluidas supimos que este profesor que se encuentra trabajando en el MEC es uno de los pensadores que se ha puesto a trabajar y compartir su experiencia con otros .
Fue el primer descubrimiento de otros muchos que luego nos gratificarían.
Raimundo abrió este seminario con una exposición brillante, que sirvió de mucho a quienes no estaban totalmente interiorizados en esta temática.
Las otras personas que a lo largo de este fin de semana, compartieron saberes y experiencias con los demás participantes, fueron ampliando la visión primaria, para al final de la actividad posibilitar el enriquecimiento de todas y todos.
Este ámbito intergeneracional fue fructífero para que la sabia nueva proveniente de las personas más jóvenes, se entremezclara con la rica sabiduría de aquellas personas que peinaban canas.
Con pasión se defendían propuestas e ideas a medida de que iba transcurriendo cada día, en medio de un espíritu fermental, propiciado por referentes nacionales y extranjeros.
La diversión y el disfrute no estuvieron ausentes a lo largo de toda la actividad, permitiendo que además de aprender nuevos conocimientos, antiguos chistes malos aparecieran en escena, provocando la hilaridad de propios y extraños.
En la noche del sábado se organizó una gran guitarreada y el canto desafinado se hizo sentir con gran energía, mientras se disfrutaba de una rica parrilla.
El complejo vacacional de Agadu fue testigo de un muy bello fin de semana, y sus respectivas cabañas fueron habitadas por muy simpáticos personajes.
Junto a ana María Arrieta, nosotros nos alojamos en aquella bautizada: Carlos Molina, con la que se tributaba homenaje al gran payador oriental.
El entorno fue propicio para mejorar la calidad de las competencias personales, y al mismo tiempo posibilitar aquellas vinculadas a la placentera recreación.
El clima se adhirió a la fiesta, permitiendo que un agradable veranillo nos alejara momentáneamente de temperaturas invernales, poco propias de esta estación.
El domingo por la tarde se llevaron adelante las conclusiones de este IV Seminario de Animación Socio Cultural al aire libre, disponiendo cada uno de la oportunidad de exponer sus ideas y de compartir interesantes vivencias con el resto del grupo.
Para el final quedó resonando en el aire la promesa de cada uno, sobre un nuevo y provechoso encuentro el año próximo.
Taller Cultural Itinerante SIN SO CIEGO
Animación socio cultural Educamos para la vida
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Creatividad en movimiento
Montevideo – Uruguay
¡Qué linda reseña!¡Qué lindo haber revivido tan hermosos momentos compartidos con ustedes! Gracias por hacerme partícipe de tanta riqueza que crean con su presencia y su trabajo. Los quiero mucho y los recuerdo con mucho cariño.
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